Espartaco es uno
de esos personajes históricos cuya popularidad es enorme gracias al séptimo
arte. La famosa película de 1960 protagonizada por Kirk Douglas y dirigida por
Stanley Kubrick lo catapultó a la fama y las múltiples reposiciones que se
hacen en televisión de este clásico del cine han hecho de su protagonista un
mito.
Pero como en tantas otras ocasiones, la
historia real ha de ser maquillada en algunos puntos para que la película
alcance el máximo nivel de dramatismo y sea también más atractiva para el
público. En el caso de Espartaco, la película comienza con el protagonista ya
como esclavo, pero lo que no cuenta la película es que parece ser que era
esclavo porque había desertado del ejército romano, en el que era auxiliar.
Este punto tampoco está confirmado, que todo hay que decirlo. Sin duda, este
punto quitaría valor y honor al héroe.
Pero la licencia
importante está en el final de la película. Todos recordamos a Espartaco
crucificado (vaya, destripé el final de la película) dando un final épico a la
película, en el que su familia aporta el drama. Pero la cuestión es que
Espartaco no fue uno de los seis mil esclavos que acabaron crucificados a lo
largo de la Via Apia por haberse rebelado. De hecho, nunca se identificó su
cuerpo y se cree que murió en la batalla del río Silarus. La verdad es que una
buena muerte en la batalla también hubiera sido un gran final, pero el director
prefirió no ajustarse del todo a la historia real y cambiar el modo de morir
del que fuera gladiador tracio.
Por cierto, la
película se basó en una novela de Howard Fast. Desconozco el final que narra la
novela. ¿Alguien echa luz sobre el tema?
Y para acabar,
otra curiosidad, aunque esta es del mundo del cine y no del mundo de la
historia. Las batallas de la película de Kubrick fueron rodadas en España,
entre Madrid y Guadalajara y el ejército romano eran realmente reclutas del
ejército español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario