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Cristal laminado roto |
Edouard Benedictus fue un inventor francés al que una vez
se le cayó contra el suelo uno de sus vasos de laboratorio, que como era de
esperar se hizo añicos. Pero por lo que hablamos de aquel accidente más de un
siglo después es porque aquel vaso de laboratorio se hizo añicos pero estos no
se separaron, es decir, no salió volando cada trocito de cristal por su lado.
El cristal quedó roto, pero unido.
Benedictus, como buen inventor, supo al momento que estaba ante algo interesante y comenzó a investigar en torno al líquido que había contenido el vaso antes de romperse: una solución de nitrocelulosa. La solución se había evaporado, pero había dejado un recubrimiento en el cristal que había mantenido este unido a pesar de haberse roto.
Pasaron unos años antes de que nuestro protagonista
tuviera oportunidad de aprovechar de verdad aquel descubrimiento, tras conocer
el accidente de tráfico en que una chica se había destrozado la cara. Según sus
propias palabras:
De repente apareció ante mis
ojos la imagen de un matraz roto. Di un salto y me dirigí a mi laboratorio,
concentrándome en las posibilidades prácticas de mi idea.
Tras veinticuatro horas trabajando sin parar, consiguió
unir dos láminas de cristal con un celuloide adhesivo similar a aquella
solución que había visto actuar años antes. Había nacido el cristal laminado,
uno de los elementos de seguridad más importantes en el mundo de la automoción.
No sólo se usa aquel invento en el parabrisas y las
ventanas de los automóviles, sino que está presente en otros muchos lugares.
Pero un accidente de tráfico, en el que una mujer se había destrozado la cara
por culpa de los cristales rotos llevó a Benedictus a crear el cristal
laminado. Según parece, aproximadamente la mitad de los heridos en los
accidentes de tráfico de la época, primeros años del siglo XX, lo eran porque
se habían herido con los cristales rotos del coche tras el accidente.
No olvidemos, de todos modos, que esto comenzó con un
vaso de cristal que se estrelló contra el suelo.
Fuente: Curistoria.com
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