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Hanna Reitsch siendo condecorada por Hitler |
Nacida en 1912, fue una militante nazi y ya en 1936
consiguió algún record mundial de vuelvo con planeador, una de sus
especialidades. Poco después ya volaba para la Fuerza Aérea Alemana como piloto
de pruebas. Estuvo a los mandos de cazas, bombarderos y hasta pilotó algún
helicóptero. Hasta los primeros intentos de pilotar las V1, las bombas volantes
alemanas, revolucionaras en su época, recayeron sobre ella, no sin cierta
temeridad.
De acuerdo a las memorias de Otto Skorzeny, en 1944 se llevó
a cabo una prueba en la que un piloto de pruebas intentó pilotar una V1 que
había sido puesta en el aire gracias a un avión He-111, y la prueba no acabó
del todo bien. La velocidad era infernal, unos seiscientos kilómetros por hora,
y aunque el vuelo fue satisfactorio, tras enfilar la pista de aterrizaje varias
veces sin éxito, la V1 acabó estrellándose contra una colina. El piloto tuvo
que ser llevado al hospital, demostrando que la velocidad de la V1 la hacía un
demonio para el que estaba a sus mandos. La segunda prueba, con otro piloto,
acabó igual, con la V1 estrellada y el piloto herido. Se ordenó entonces
suspender las pruebas.
Pero Reitsch no estaba dispuesta a dejar pasar la
oportunidad y se empeñó en probar una V1, sabiendo que si acababa como el
resto, estrellada, todos los implicados acabarían metidos en problemas por
saltarse la orden y por permitir que un mito del partido nazi fuera puesto en
duda. Pero todo fue a pedir de boca y Reitsch voló y aterrizó sin problemas,
aumentando su aura de gran piloto.
Fuente: www.curistoria.com
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